



El 23 de abril pasado, el generoso corazón de este hombre santo dijo "basta", dejando con su partida miles de otros corazones en llanto.
La Superiora del Colegio, Hermana Ana María Marrero, fue testigo de la vida del Padre Atilio y compañera de ruta en distintas misiones que la llevaron a Santa Fe desde 1984, con grupos de jóvenes de las instituciones educativas que ella condujo. El pasado mes de febrero, concurrió a Monte Vera con un grupo de alumnos de nuestro colegio y otros jóvenes de la parroquia, lo que constituyó para todos una experiencia inolvidable y espiritualmente conmovedora.
Las imágenes que encabezan esta nota muestran parte de la vida y la obra de este hombre cuya misión eran los excluídos y la promoción humana el objetivo de su vida.
Realmente una persona ESPECTACULAR!!fuera de serie. Tuve el gusto de conocerlo y escucharlo, sus palabras fueron un regocijo para el alma, un ejemplo de persona y de sacerdote. Su vida, sin dudas ha dejado huellas en todos aquellos que tuvieron la suerte de compartir momentos con él. En este momento seguramente continúa guiandonos desde el cielo.
ResponderEliminarMarina